lunes, 13 de febrero de 2012

¿Hasta dónde son capaces de llegar los medios de comunicación, en su afán de vender?

Un hecho lamentable, como es la muerte de una persona, joven, con toda la vida por delante, con una profesión, familia, y una belleza llamativa.
Se convirtió por estos días, en un cruce de opiniones sobre el límite que deberían tener los medios masivos de comunicación al momento de informar y publicar imágenes.

La privacidad de las personas se ve violada; y la función específica de los medios se ha transformado prioritariamente en vender, y vender sin importar las consecuencias.

El domingo 5 de febrero de 2012, la modelo Jazmín De Grazia, fue hallada muerta en su departamento. En el barrio porteño de Recoleta.

La joven de 27 años, se había comunicado con su novio mediante un llamado telefónico para decirle que no se sentía bien, que fuera a su departamento para acompañarla.

Cuando él llegó y Jazmín no respondió al portero eléctrico comenzó la preocupación. Intentando comunicarse con ella, llegó a la instancia de solicitar el servicio de un cerrajero para poder ingresar a la vivienda.
El panorama era el peor que se podía esperar. Jazmín se había ahogado en la bañera.

La polémica no tardó en llegar. Los cuestionamientos sobre la posibilidad de un abuso de sustancias prohibidas, fueron los primeros rumores en circular.
Las hipótesis, muchas, tantos como "opinólogos" abordaron el tema. Los medios se inundaron de informes sobre el caso, de opiniones, suposiciones y etcéteras.

Pero lo peor aún no había llegado, el día viernes 10 de febrero, el Diario Crónica  publicó una de sus peores tapas. Una impactante foto del cadáver de la modelo, tal como la policía lo encontró en el baño. Y una foto en primer plano del supuesto plato que contenía drogas, un cartucho de birome utilizado para aspirar la droga y una tarjeta de crédito con la que supuestamente se habría triturado la cocaína.

Además en el interior se publicaron más fotos, hasta un suplemento con imágenes escalofriantes, del escenario que se desarrollo en torno a la trágica muerte de la joven.

Sin embargo a esta altura de los hechos, los cuestionamientos dejaron de girar en torno al fallecimiento de Jazmín, y se trasladaron a la ética profesional tanto de quienes tomaron y comercializaron las imágenes, como del diario que las publicó. Sin restricciones, sin tapujos.

Los repudios no tardaron en hacerse sentir. Las redes sociales explotaron, pero también la página web del diario Crónica colapsó. ¿Coincidencia?
Es difícil creer que si, dado que las imágenes siguen estando en el sitio, pero a 3 días de su publicación inicial ahora si es posible ingresar.

Si bien el estilo de esta publicación periódica se caracteriza por su tono amarillista, y la exageración de los hechos. Nada de eso justifica la publicación de semejantes imágenes.

Los comentarios sobre la ética periodística abundaron, sobre posibles censuras a la publicación de imágenes.
Lo cierto es que ante tanto reproche, tanta crítica, las imágenes siguen publicadas en el sitio web...
Se escribió y se habló mucho sobre el tema, pero todo sigue igual.

Hasta el momento no se conocen declaraciones de la familia de la modelo.
Lo esperable es que tal como sucedió con el caso del Dr. Balbín y la Editorial Atlántida, se llegue a la justicia para que el diario quite de circulación las imágenes.
Sin embargo, ante la rápida distribución y ramificación que se produce por la digitalización de los medios, eso se tornará una tarea ardua.