Un recorrido por los comienzos de un fenómeno que crece constantemente
Desde sus inicios en 1951, la televisión no ha dejado de producir cambios significativos en distintos y variados aspectos de la sociedad argentina.
Desde la dicotomía entre lo viejo y lo nuevo, lo tradicional y lo moderno, lo propio y lo ajeno.
En franco retraso con respecto a los avances en Europa, y además en algunos países latinoamericanos, la aparición de la Televisión dejó a la vista de todos la precariedad de la industria interna, con respecto a la fase tecnológica (producción de aparatos, producción de contenidos, capacidad de difusión, alcance de las señales, distribución).
La regularidad de las transmisiones en Argentina, comenzaron el 17 de octubre de 1951, llevadas adelante por LR3 Radio Belgrano y canal 7 de Buenos Aires, ambos propiedad del Estado Nacional. Razón por la cual, las primeras transmisiones estuvieron relacionadas con discursos políticos del, por aquel entonces, Presidente de la Nación el Gral. Juan D. Perón.
La industria gráfica del país tuvo un importante desarrollo en las primeras décadas del siglo XX.
Los principales factores que contribuyeron a la expansión, cantidad y calidad de los contenidos, así como también el acceso a ellos, fueron sobre todo la tercera Ley General Obligatoria del mundo, de 1884, con respecto a alzar el índice de alfabetización.
Otro factor importante fue la concentración en grandes centros urbanos de masas de inmigrantes principalmente europeas, lo que sienta las bases para justificar la temprana aparición y desarrollo de los principales diarios nacionales y provinciales, periódicos y libros que se distribuyeron en América Latina y hasta en Europa
En cuanto a la expansión de la TV y su capacidad de recepción, se vieron influidos principalmente por la escasez de aparatos receptores y por la baja producción y capacidad de distribución de la industria nacional con respecto a los aparatos de televisión.
Influencia del modelo norteamericano en los países de Latinoamérica:
Según los estudios de Mirta Varela, Profesora de la materia Historia de los Medios masivos, en la Carrera de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad de Buenos Aires.
Aquellos países que innovaron en las transmisiones televisivas a comienzos de la década del 50, México, Cuba y Brasil, se encuadraron bajo los lineamientos de la estructura televisiva norteamericana: el modelo de televisión privada comercial.
El hecho de que los principales inversores en la empresa televisiva en los diferentes países hayan sido empresarios del sector privado de la economía, conllevó a la difusión de contenidos, en un 90 % de origen estadounidense.
Lo que también trajo aparejada la expansión de las empresas que se dedicaron visionariamente a la importación y venta de los aparatos receptores. Y que se vio incentivada por la existencia de más de una empresa, profundizando la competencia entre ellas, y contribuyendo al abaratamiento de los aparatos.
En principio la mayor diferencia del surgimiento de los proyectos televisivos en los países mencionados, y la Argentina, es que en el segundo, la iniciativa fue tomada y puesta en marcha por el Estado Nacional.
Desde sus comienzos no se planteó como servicio público, y no estaba exento de introducir publicidades y la programación comercial para su financiamiento.
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